Tanit
Una mañana te levantas con un nombre ancestral en la mente. No sabes quién lo puso ahí. Estaba tan dormido que apenas recordaba como se sentía en mi garganta. Sonaba profundo y misterioso, como el eco lejano de un sueño que fue, la duermevela de la poetisa en trance, que renace a sus melodías lejanas. El humo del incienso trepa por las paredes de cualquier habitación de muebles contemporáneos. Ya no hay un altar de piedra, esas guardianas de los misterios, que sostienen el espacio sagrado. Aquellas piedras por las que murieron tantas. Y otras tantas que estarían dispuestas a morir, golpe a golpe. Mi mesa de escritorio se llena de ofrendas, de forma improvisada, velas, grano, flores.
Versos de evocación fluyen entre mis labios. De un verde intenso. Mis manos tiemblan cuando las alzo hacia el cielo para recibirte en mi altar. Tu nombre, profundo y antiguo se manifiesta en mí, vibra en mi garganta. Me permito llamarte y dejo tu nombre envolviendo la habitación. Señora de toda fertilidad, reina de los mares, dueña de la cueva sagrada de las profundidades del ser. Vienes a mí en medio de una noche de luna menguante. Me traes la fuerza femenina y me devuelves algún fragmento de mi misma que estaba perdido. Enciendes el rojo oscuro en mi sangre. Enciendo tu fuego sobre mi altar.
Parada sobre una pantalla de ordenandor te busco fervientemente, escribo y tecleo hacia ti, quiero saber y conocer un mundo pasado en el que soñé con vivir alguna noche, a duermevela. Mi alma se desmonta y se hace pedazos cuando leo por algún sitio "su culto está perdido".
He dejado pasar el tiempo, la búsqueda ha dado pocos resultados, los libros de la biblioteca de la universidad han agotado sus letras. No hay nada nuevo bajo el Sol. Pero las Diosas antiguas siempre renacen, o más bien, nunca murieron, si es que unos pobres mortales pueden destruir lo más sagrado de su esencia humana. Una día, abandonada la búsqueda, suena tu nombre de nuevo en mi garganta. Alguien lo escucha y responde. Tu tierra vuelve a gestar el grano, tus hijas vuelven a escuchar la llamada. Vives en nosotras y comenzamos a recordar, regresas, nos haces retomar fuerzas. Un eco que subyace sale por el río de agua clara. Y en medio de esta era digital, abro una ventada y leo que los antiguos cultos han intentado ser eliminados por el resto de pueblos conquistadores y el Cristianismo, aunquelos misterios siempre permanecen en secreto en las hijas de la Señora y en Ella misma. Y una pequeña luz, que nunca se apago por completo, hoy se reaviva de nuevo. Hoy escribo por ella, para que nuestra estrella siempre marque el rumbo de nuestros pasos en medio de la oscuridad y lleguemos a sus brazos infinitos.
Saludos de un modesto guardián del templo de la diosa Tanit, tus palabras emocionan, alegran y dan esperanza a este mundo incrédulo y con prisas..sigue siendo tu misma y recuerda lo que dijo Marx '' Vive como piensas o acabarás pensando como vives''
ResponderEliminarHola Sheikah,¿has visto los videos de las fiestas? si es asi ya sabes mas de nuestros actos en ellas. Uno de los mas emotivos es el oraculo a la diosa Tanit, donde la princesa Himilce consulta a la diosa su sueño y sus temores, es un acto precioso donde yo suelo salir, haciendo bulto como otros muchos, y que solo de pensar en él me pone la carne de gallina. De todos modos si quieres saber mas te dejo mi dirección, pregunta cuanto quieras y te contestaré lo mejor que sepa, ok? por cierto, eres valenciana o catalana?
ResponderEliminarhaaa¡¡ yo tambien escribo alguna cosita, la última entrada del blog de la guardia de Tanit, las lecciones de Aspar es mia y casi el comienzo de la novela que estoy intentando escribir, un abrazo.
quiromanagerjouer@hotmail.com
Linda mía, preciosa. La encontraras, la encontraremos. Yo te ayudaré!
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