Ir al contenido principal

¿San se acabó?


El baile de papelatas ha terminado. Reflexionamos, pasamos grandes nervios y finalmente... nos ahogaron las gaviotas. Ni que decir tiene que no soy una experta en política, ni pretendo serlo, de hecho me evadí del mundo durante unas horas para hacer algo más hermoso y constructivo con mi vida: escribirle a mi chica. Bueno, pero tarde o temprano hay que salir de nuevo a la realidad y encontrarse con el azul, que camufla águilas y demás bestias nacionales que pretenden que nos suba patriotismo y el orgullo de ser español, intra venoso. 

Ya sabemos que a partir de ahora España es una, católica, apostólica, hetero y sin derecho al aborto. No soy activista, pero sé lo que no quiero. Recuerdo todavía con ilusión y añoranza mis años universitarios, cuando una buena mañana, después de muchas notícias e incertidumbre llegó en portada un beso: el primer matrimonio gay en España. En filología hay una gran comunidad de personas homosexuales, que ya lo decía mi madre, mi padre y mi hermano: "deja de juntarte con esos, que acabarás rarita, hija". Y sinceramente, cuando miras más allá de la condición sexual, la apariencia y no juzgas, eres capaz de vivir como yo vivo, siendo lo que soy, desarrollándome como persona plenamente, con derecho a amar a quien amo. Pero volviendo a aquella cafetería de filología, entre risas, tercios, cafés y periódicos. Irrumpió uno de mis mejores amigos de la época con la portada del 20minutos en mano. Se quitó la chaqueta sonriendo y se sentó. "Ya hay fotos del primer matrimonio homosexual". Cuando España más que de izquierdas era socialista descafeinada, como mi profesora de historia decía, nos alegramos y celebramos con otra ronda la notícia. Me recuerdo entre las caras alegres de mis compañeros, cuando aún me contaba entre los hetero abiertos de mente. Aquella mañana, por primera vez en muchos años me sentí orgullosa de mi país, por lo acanzado y libre que parecía en aquel entonces. Por que se puso por delante de muchos países, porque para tal y como estaba todo años atrás, aquel fue un paso grande que muchos decían, no estábamos preparados para dar. Pero el caso es que todavía conservo la portada de aquel 20minutos (no exactamente aquel, pues mi madre me lo tiró, pero eso es otra historia) que nos hizo brindar en la cafetería de la Facultad.

Esta mañana todos nos hemos levantado sumidos en la incertidumbre. La confusión de "¿qué va a pasar ahora?" de muchas cosas, incertidumbre por la educación de nuestros hijos, si tendremos derecho a la sanidad, si los empresarios van a volver a poseer un latifundio en lugar de una compañía familiar. Pero a mi se me despiertan las dudas siguientes: ¿qué van a hacer con el matrimonio homosexual? ¿vamos a tener que definirnos de otra forma?¿tendremos derecho a adoptar?¿podremos pasear públicamente sin miedo a que un derechista nos parta la cara? Interrogantes que me asaltan sabiendo que aunque no puedan borrar nuestros derechos del mapa, el deseo de esta ideología que inunda el país será hacer como que no existimos o declarar lo poco constitucionales que somos.

Mis ilusiones de aquella mañana en la Uni ser quebrarán, o dormirán esperando un cambio que hasta dentro de unos años ni siquiera llegue. Pero mientras exista gente que se ame libremente aún por debajo de esta dictadura disfrazada de democracia, podremos seguir respirando. Aunque sea por dabajo de las sábanas de la represión social. Aunque nos arrebaten derechos, aunque se retroceda a la era de las cavernas, a la época de cantar himnos en las escuelas, aunque derepente tenga que clausurar la manzana (espero que no lleguemos a esos extremos), aquí seguiremos luchando. Seguiré escribiendo sobre el amor y la liberación sexual de las mujeres, le pese a quien le pese. Porque ahora que las gaviotas nos acechan, debemos volar más alto que nunca, así sea con las letras...con estas armas, desde la manzana quiero desearos una buena mañana y pediros que sigaís defendiendo vuestros ideales, pues solo así conseguiremos un cambio.

Comentarios

  1. Ninguna gaviota se cagará encima de lo que tu y yo somos, asi nos tengamos que ir al fin del mundo y cultivar lechugas para sobrevivir :-)

    ResponderEliminar
  2. Yo que tengo aún fe en el ser humano, aunque me ha jodido el resultado de las elecciones, quiero pensar que no será el cambio tan radical. Perderían mucho si prohibieran de nuevo los matrimonios homosexuales, y lo saben. Los avances no pueden eliminarlos (o no deberían) o si no, les pasará como aquel año que, tras varias cagadas de guerras no deseadas y trenes que no nos merecíamos, perdieron el poder...

    Espero que esta vez se piensen bien las cosas, por el bien de todos.

    Que la lechuza de Athena siempre acompañe a tu Blog, pasen las gaviotas que pasen por él. Lucha, eres toda una guerrera ;)

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

¿quieres una manzana? cuéntame, ¿de qué color la quieres?

Entradas populares de este blog

Voces. primera parte.

"Ni siquiera me puedo comprar un pintalabios. Lo doy todo por mis hijos y mi familia. Siento mucho que en mi casa no esté recogida hoy. Intenté cocinar pero solo me salió este soufflé." Los golpes en la calle interrumpen sus palabras. Abajo están de obras. Su voz queda ahogada por los gritos de las niñas jugando en la habitación de al lado. Sonreímos. Nos servimos otra copa de vino. "Es increíble que sepas hacer tantas cosas. A mí ya me parece suficiente centrarme en mis manualidades. No entiendo por qué estos vecinos maleducados se ponen a taladrar a las tres de la tarde. ¿No seria mejor a las cinco? Como te decía, mi marido está pasando unos días en casa." Su mirada se entristece y el tornasolado de sus pestañas se pregunta porque yo voy tan maquillada por la vida. Puedo leer detrás de su frente que seguro que tengo algún acto especial o evento. Me guiña el ojo y me pregunta de nuevo si tengo novio.  La conversación se convierte de nuevo en un catálogo

Lesbianas en público

Un día se lo decía a mi mujer: me voy a hacer un collage con las caras de todas las personas que nos miran mal cuando te beso. Nadie miraría raro a  Darth   Vader  en medio de la calle  dando  sablazos láser a diestro o siniestro (Al menos en  Camden   Town  no parece molestarle a nadie y hasta le dan dinero al tipo). Tampoco parece una mala idea poner a un tipo disfrazado de gordo con ropa roja y barba a repartir caramelos a los niños, "Acércate, hijo, vé con  este  Papá Noel a que te dé uno" dicen los padres. Y mira que eso de aceptar dulces de  desconocidos  no está bien. O eso me decían a mí de pequeña. Pero ¿dos mujeres de la mano o abrazándose en la calle? Eso es obra de  Satán . Nosotras lo sabemos, que según los  señores y señoras  que nos miran, arderemos en el infierno. Junto con todos los cantantes de mis bandas preferidas. Mejor bien acompañada que con un coro de ángeles coñazo que huelen a fresa. Y un  Aleister   Crowley  quizás por ahí. Pero en resumen, una

La nueva Batwoman es lesbiana

Kate Kane, la nueva batwoman ha venido a darnos algo de lo que hablar Muchos cuidado y no confundir a la nueva Batwoman con un Candy Cane (o bastón de caramelo, por mucho que algunas le queramos hincar el diente). La heroína se llama Kate Kane y llega a Gotham y a nuestras pantallas para quedarse. Ha llegado a Gotham Batwoman para impartir justícia La heroína decide levantarse en medio de la desaparición de Batman, que lleva tres años desaparecido de Gotham city. Esta chica, que no tolera las injusticias, se va directamente a casa del millonario Bruce Wayne a buscar el traje en el que enfundarse. Eso si, antes deben hacerle algunos arreglos femeninos para que supuesta prima de Batman quepa dentro. Un estreno digno de mención, con Bat-maratón incluída. HBO lo ha hecho muy bien, tanto con la elección de la actriz, que se ajusta al papel como nadie, como con la manera de emitir la serie, que se han puesto de reestreno y quieren deleitar a todos sus espectadores co