Amar es bonito, salen mariposas de colores del estómago, las manos se te van al cuerpo de la persona amada, los ojos parecen brillar con luz propia y los pies presentan una tendencia a pisar unas nubes que solo existen para la enamorada. Un gesto, una palabra del ser objeto de adoración es una ventana a la felicidad más absoluta, al séptimo cielo, allá donde el coro de ángeles celestiales cantan su nombre. SU NOMBRE. Al principio cuesta admitirlo, porque en el fondo sabes que esa cara de idiota morfinómana te delata. Así que después de la décima persona que te pregunta "¿quién es el afortunado?" respondes: "Es él". Embelesas el aire con tu descripción del objeto de tu devoción, lo presentas a papá y mamá, contándoles que es todo un caballero de los que acompañan a casa por las noches, echándote por encima su levita nada más salir de su coche. No admites una crítica de tu novio. Es un ser absolutamente per-fec-to. Y aunque solo sea así para ti, eso va a ser suficiente para todo el mundo. Amar es bonito, amar a veces es fácil.
Amar siempre trae miradas, gestos que solo perciben aquello que se quieren. Amar no siempre es fácil, sobre todo cuando tu pareja es de tu mismo sexo. O cuando te lleva quince años y es tu profesor. O cuando no es nada de lo socialmente aceptable para tus padres. O cuando el amor no es correspondido. En ese caso el amor no es fácil, aunque en ese caso su voz sigue llegándote desde el cielo y directa a tus oídos, cuando las manos se te escapan por la calle para coger sus manos, pero no puedes, bien por una de las causas ya citadas arriba o porque la homofobia es la enfermedad de moda entre todos tus vecinos. En esos casos amor es difícil y exige coraje, atrevimiento y un par de ovarios. Requiere que de verdad te plantees si las mariposas de tu estómago pueden atarse por lo convencionalmente correcto y lo establecido. Supone que valores hasta qué punto tus mariposas son rebeldes y aún cuando las agarres con todas tus fuerzas, saldrán volando hacia sus ojos.
Mi vida ha estado bastante saturada de amores no correspondidos, amores difíciles porque el chico en cuestión era "mayor" o "rarito" o con poca capacidad para solucionar su propia vida laboral o simplemente no era arquitecto o notario. Pero cuando miras a los ojos a la persona que amas, aunque seas una acojonada de la vida, sacas fuerzas de donde no sabias que tenías. Te echas al campo de batalla a morir por tu amor, si hace falta, con su mirada por escudo y tu corazón como lanza. Aunque el ejército enemigo sea tu propio reflejo frente al espejo y seas capaz de decirte a ti misma: "bien, creo que soy lesbiana". Realmente esa es la lucha, la primera de todas las peleas sea frente al espejo, para tener cojones y valor para permitirte a AMAR.
El resto son las convencionalidades sociales que vendrán, padres, amigos, conocidos, preguntas incómodas de índole sexual. No, no me gustaría ser observada como un chimpancé del zoo, por muy exótico que resulte ser lesbiana. Mi vida sexual no sirve para saciar la curiosidad de gente aburrida. Gracias. Pero todo esto se funde con la nada, desaparece con la oscuridad de la noche entre los brazos de la persona que amas. Se evapora entre los besos, entre sus ojos, que brillan tanto que quemarían y deslumbrarían cualquier cualquier cualquier dificultad que se presentara. Los amores difíciles merecen la pena, de hecho son los mejores, hacen que cuando vuelvas del campo de batalla puedas levantar la cabeza orgullosa de no esconder a tu novia, de luchar por ella, de defenderla de toda crítica. Hacen que valores cada caricia, pues no puedes a veces exponerte públicamente. Hacen que cada cicatriz y herida de guerra valgan la pena, pues siempre te las van a curar sus besos. Esos son mis amores preferidos, los que van cuesta arriba y te hacen merecer lo que tienes.
Este post va dirigido a todas las mujeres valientes que han amado de esta forma, que han tenido el valor suficiente de ponerse frente al espejo y reconocerse que se han enamorado, que saben que escogerán el camino difícil. A todas vosotras, mujeres valientes. Gracias.
Te quiero, gracias a ti por enseñarme lo que es el Amor.
ResponderEliminaryo creo que realmente es tener valor para llegar a verse uno mismo tal y como es, sin ningun miedo a que puede uno encontrarse y llegar a conocerse a si mismo, para poder compartir ese amor que crece dentro de uno con la persona adecuada... me encantan tus letras
ResponderEliminarO.O Eso me Encanntooo!!!
ResponderEliminarSuperr hermoso...Ojalá todo tuviéramos ese valorr!! :-)
Besoss!!